Me hicieron una canción!!!
Me encanta! Lástima que no le pueda corresponder a mi fan enamorado! Sorry!!!!!
le </3
Se me extingue la vida
Desde hace mucho estoy aquí. Desde este lugar donde me encuentro sólo por casualidad he visto pasar los años, la vida. Me encuentro satisfecho con mi ser, aunque poco a poco mi existencia se extingue.
Tengo más de cien años, qué fortuna la mía de poder decir esto... Cuando era joven, había un arroyo cerca de donde estoy. Los pájaros cantaban, había mucha paz. Recuerdo la felicidad que me producía estar allí, crecer aquí; es el mismo lugar...
Recuerdo las mariposas, el suave susurro de la llovizna cayendo sobre mí, inundando mi ser... Hasta el suave viento que mecía mis ramas. No me sentía vulnerable, más bien cada vez más vivo.
Y así crecí, con raíces profundas que cada vez me sujetaban más a esta tierra querida.
Al pasar de los años, el arroyo se secó. Nunca me expliqué por qué lo hizo, mi compañero de soledad. Y el aire se fue tornando mas denso, hubo más ruido a mi alrededor. Y me encontraron aquellos seres que son pensantes, me acompañaron durante un tiempo. Ellos me hacían compañía y yo les estaba agradecido, tanto que no me molestó cuando arrancáronme los frutos o cuando mi corteza dañaron, aquellos dos pícaros cuyos gemidos yo trataba de entender. Y me gustó esa sensación de existir para ellos, que se autodenominan gente; porque subieron a mis ramas, cantaron en mi pie o simplemente estuvieron allí. Unos, otros, siempre fueron queridos para mí.
Ahora soy un árbol enfermo, no sé que sucede... Quiero que ellos estén allí de nuevo, pero ya no vendrán. Debe ser porque ahora tengo un anillo de polvo endurecido a mi alrededor, en mi tronco; y hay una pasta dura gris en el suelo, donde antes hubo flores. Mis hojas están llenas de polvo, de suciedad que absorbo a través de este aire que es puro sólo en mi recuerdo.
Los pájaros ya no cantan, el cielo es gris, el sol ya no brilla como antes.
Me siento más débil que nunca, siento mis fuerzas desfallecer. Y sigo allí, como una masa estática, hasta que mi cuerpo se hace duro y se secan mis hojas. Las que no retoñarán.
Tengo más de cien años, qué fortuna la mía de poder decir esto... Cuando era joven, había un arroyo cerca de donde estoy. Los pájaros cantaban, había mucha paz. Recuerdo la felicidad que me producía estar allí, crecer aquí; es el mismo lugar...
Recuerdo las mariposas, el suave susurro de la llovizna cayendo sobre mí, inundando mi ser... Hasta el suave viento que mecía mis ramas. No me sentía vulnerable, más bien cada vez más vivo.
Y así crecí, con raíces profundas que cada vez me sujetaban más a esta tierra querida.
Al pasar de los años, el arroyo se secó. Nunca me expliqué por qué lo hizo, mi compañero de soledad. Y el aire se fue tornando mas denso, hubo más ruido a mi alrededor. Y me encontraron aquellos seres que son pensantes, me acompañaron durante un tiempo. Ellos me hacían compañía y yo les estaba agradecido, tanto que no me molestó cuando arrancáronme los frutos o cuando mi corteza dañaron, aquellos dos pícaros cuyos gemidos yo trataba de entender. Y me gustó esa sensación de existir para ellos, que se autodenominan gente; porque subieron a mis ramas, cantaron en mi pie o simplemente estuvieron allí. Unos, otros, siempre fueron queridos para mí.
Ahora soy un árbol enfermo, no sé que sucede... Quiero que ellos estén allí de nuevo, pero ya no vendrán. Debe ser porque ahora tengo un anillo de polvo endurecido a mi alrededor, en mi tronco; y hay una pasta dura gris en el suelo, donde antes hubo flores. Mis hojas están llenas de polvo, de suciedad que absorbo a través de este aire que es puro sólo en mi recuerdo.
Los pájaros ya no cantan, el cielo es gris, el sol ya no brilla como antes.
Me siento más débil que nunca, siento mis fuerzas desfallecer. Y sigo allí, como una masa estática, hasta que mi cuerpo se hace duro y se secan mis hojas. Las que no retoñarán.
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